Puedo decir con toda certeza que mi experiencia con el arte ha sido de por vida, me recuerdo dibujando mucho antes de asistir a la escuela, pero una noche pensando en el dibujo de una cara que había realizado caí en la cuenta me dije “Yo puedo dibujar lo que yo quiera” –esto fue a los 7 años de edad. A partir de ahí mi dedicación al dibujo se hizo más constante, prácticamente dibujaba en todo momento.

En 1974 decidí dedicarme a la pintura y trabajé en diferentes técnicas, oleo, acrílicos, pastel y mis temas favoritos eran los paisajes y los retratos. En una ocasión en una exposición de Pintores Chihuahuenses vi las acuarelas de Don Benito Nogueira Carrasco y me causaron una profunda impresión en ese momento dije “Yo quiero pintar acuarelas como este señor” Y a partir de entonces fraguamos una amistad muy cercana y a su lado me dedique a desarrollar esta técnica que encuentro muy afín a mi experiencia de vida. He podido expresarme en una forma muy especial a través de ella. Es para mi, un medio muy diferente al resto de las técnicas pictóricas, y difiere en gran manera en su naturaleza y ejecución de las técnicas opacas. Durante su proceso puedo sumergirme en ámbitos de intensa sensibilidad que pueden llevarme a un misticismo lo que no logro con otros materiales.

Admiro profundamente las acuarelas de Edgardo Coghlan, .John Singer Sargent, Turner pero también la obra de Bouguereau y me apasiona Rufino Tamayo.

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